lunes, 9 de noviembre de 2009

Promesas rotas

.

Una vez más la vida se tenía que encargar de recordarme que en la gente no se puede confiar.

Las promesas y palabras que nacen de la oca de los seres humanos son generalmente nubes de ilusiones rotas que recorren nuestros cielos. Hoy llueve sobre mojado en el mío y yo lo único que quiero es un poco de sol. Sumo un invierno más a esta vida, un invierno indeseado e inesperado; so embargo, no es eso lo malo, lo malo es que no tiene para cuando terminar.

Espero con ansias mi primavera, espero que no sea tarde, espero que algún día llegue, espero… espero…espero… sigo esperando!

.

domingo, 11 de octubre de 2009

Primera Vez... y Última


Es primera vez que recurro a este medio, recurro por desahogo. Hoy necesito drenar mi alma, pues está recargada de hechos que necesito sacar.
He muerto en dos ocasiones y sólo tengo veintiún años.

¿Quién dijo que morir era dejar de vivir? Por experiencia puedo decir que morir significa un poco más que no poder respirar y que tu corazón ya no quiera latir. Morir es también no poder ser tu mismo cuando quieres serlo.

Es horrible cuando se te muere un ser querido, esa fue la primera vez que sentí que me moría. Amaba tanto a mi abuelo y nadie fue capaz de avisarme, que ya no volvería a ver, hasta varias semanas después. Me perdí su adiós, me perdí su vida. Sólo me quedé con un diario, unas cuantas fotografías y muchos recuerdos.
¡Cuanto te extraño!

La segunda viene sucediendo hace mucho tiempo… agonizo tan lentamente que ya no sé si lo estoy.
Si bien es tremendo que se te muera un ser querido, es más terrible que TE MATE un ser amado. Es mi caso hoy, fallezco por gusto de otro.
Un ser espeluznante que me mintió hasta más no poder, que me ilusionó por entretención y yo muy ingenua le creí. ¿Cómo la gente puede jugar tanto con el amor, con la vida de otros? No lo comprendo y creo que en mi larga agonía no lo entenderé tampoco.
He vivido engañada los últimos años de mi vida, creyendo tener amor puro cuando sólo había sed.
Lo di todo, absolutamente todo y hoy no tengo armas para frenar esto, pues ofrecí mis armas y mis puntos débiles a un escrupuloso que los supo usar muy bien en mi contra. Estoy desnuda y sangrando, que mejor panorama para disfrutar.
No lo entiendo, juro que no lo entiendo, no logro comprender como me presté para este juego.
¿Amé tanto a alguien como para entregarle mi existencia? Es algo que no logro perdonarme, es algo que JAMÁS volveré a permitir.

Perdóname Marcela…. Por favor perdóname.